Desde hoy arrancaremos cada fin de semana charlando con jóvenes grupos granadinos tan apasionados por la música como (por el momento) relativamente poco conocidos en ese mundillo. Empezamos con Aleph Zero.

Están como una auténtica cabra. Es imposible pasar cinco minutos con ellos sin contagiarse de su vitalidad. Ángel (guitarra), Pablo (teclado), Alberto (batería), Miguel Ángel (bajista), Javier (voz) y Manu (guitarra), son culpables de un rock atrevido y lleno de energía, compuesto por retazos de viejos grupos adaptados para crear un estilo propio.

Entre los estudios universitarios de biología, física o informática y las siempre necesarias horas de ensayo, apenas tienen tiempo libre, pero estos chavales siempre encuentran hueco aunque sea para un “café rápido”.

Sois seis estudiantes que estudian carreras distintas, tenéis diferentes edades e incluso vuestros gustos musicales difieren un poco ¿Cómo surge Aleph Zero?


(Entre risas contesta Ángel) Todo comenzó cuando me regalaron una guitarra, más que nada para que la aporreara. Entonces ya me hacía ilusión montar un grupo, pero el primer intento de crear una banda con unos compañeros de clase no salió bien. Al tiempo Alberto se compró una batería y comenzamos a quedar para hacer algo de ruido. Poco a poco empezamos a reunir amigos. La gente iba y venía. De esto hace ya tres años. Finalmente comenzamos a tomárnoslo más en serio en febrero del año pasado.

¿Me explicáis vuestra música?

(Los chicos dudan un poco) Hacemos rock con influencias de muchos estilos. Siempre tocamos lo que nos apetece, aunque tenemos grupos de referencia como ‘Pink Floyd’, ‘Metálica’, ‘Manowar’… Nos gusta mucho el rock de los ochenta, gente como ‘Led Zeppelín’.


¿Cuándo ofrecisteis a vuestro primer concierto importante?


(Ángel) Fue el 26 de agosto del año pasado. Tocamos con el grupo ‘Con Tiempo’, que son buenos amigos. Después nos llamó Animadversa para tocar en Halloween, en la sala ‘Tren’. A partir de ahí comenzamos a movernos.

¿Qué se siente allí arriba, en el escenario?

(Risas nerviosas) De todo… angustia, ansiedad. Hay veces que la gente no se mueve y lo pasas mal, pero si el público colabora y todo va bien… es increíble. Que por tu culpa haya personas que pasen un buen rato, que salten y disfruten… es una sensación maravillosa.

¿Qué esperáis de la música?

(Manu) Si surgiera algo importante creo que intentaríamos llegar lo más alto posible, pero no es una salida realista. (Alberto) Ahora mismo es algo más serio que una simple afición, pero tenemos los pies en el suelo. Sólo queremos pasarlo bien y disfrutar tocando.


¿Cómo lleváis el tema de los horarios? ¿Os ocupa mucho tiempo el grupo?


(Alberto) Claro, es ir de aquí para allá, es componer, es ensayar… Resulta complicado quedar todos juntos, ya que tenemos horarios muy diferentes. Te tiene que gustar mucho este mundillo y siempre hay que hacer sacrificios si quieres hacerlo bien.

¿De qué hablan vuestras canciones?

(Miguel Ángel) Abarcan todos los sentimientos. Tenemos una canción de amor, una balada, un tema reivindicativo y comprometido socialmente… La verdad es que hablamos de todo. Hasta de la soledad. Siempre componemos lo que nos apetece.

¿Qué es lo que más os gusta de Aleph Zero?

(Alberto) Que somos un grupo de amigos. Está genial que nos llevemos tan bien todos, algo que no siempre pasa. Antes que músicos somos amigos, así que ese buen rollo se refleja luego en el resultado final de las canciones.

Granada es una ciudad que disfruta de muchos grupos de música formados por gente joven como vosotros ¿Qué tal es el ambiente?

(Pablo) Hay de todo, nosotros nos apoyamos en grupos amigos como Trasiego o Animadversa, pero lo cierto es que también hay otras bandas que se toman más en serio el tema de la competencia.

¿Qué tal el tema de los locales para ensayar?

(Miguel Ángel) Es una putada. Hay muy pocos, están lejos y encima son caros.


¿Se os apoya desde las instituciones?

(Ángel) Poco. Parece que el Ayuntamiento prefiere invertir en el botellódromo antes que en grupos de música. No es sólo que no se faciliten locales, sino que no tenemos espacios y zonas para tocar. Los conciertos que damos en salas los tenemos que pagar de nuestro bolsillo. Creemos que se tendría que aprovechar más la enorme cantera de grupos que hay en la ciudad. Por ejemplo, la mayoría de los festivales que se hacen en la provincia los organizan los propios grupos. El festival ‘Lavin compae’ fue organizado por Trasiego, es decir, tenemos que montarlo nosotros…

De dinero ni hablamos…

(Manu) No nos importa el dinero. Lo que queremos es que la gente venga a nuestros conciertos y pase un buen rato con nosotros, que oiga lo que hacemos.


Por cierto, ¿tan malvada es la piratería con el mundo de la música?

(Javier) Tiene sus cosas buenas y malas. A los grupos pequeños como nosotros nos beneficia. El problema es que las discográficas quieren un modelo de mercado que ya está antiguo. (Ángel) Si ponen discos a dos y tres euros yo los compraría. De todas maneras Internet facilita que tus canciones se puedan oír en todo el mundo. Es tan fácil como colgar tus temas en Myspace.


Si digo SGAE (Sociedad General de Autores y Editores de España)...


(Miguel Ángel) Es un negocio que no beneficia para nada a los grupos noveles, sino a los artistas internacionales…

Mientras os termináis el café, ¿me podéis decir por qué tiene que ir la gente a vuestro próximo concierto?

(Manu) El siguiente concierto que ofrecemos es gratuito y será mañana mismo, en el ‘Organ Jazz’ de Cenes, a eso de las diez y media, y la gente tiene que venir porque se lo va a pasar genial con nosotros. Cuando estamos en el escenario la liamos mucho y eso se transmite al público. Va a ser muy divertido.


Aleph Zero recomiendan escuchar a...

(Todos a una) Pink Floyd, Manowar, Led Zeppelin...



No te pierdas los conciertos de Aleph Zero: Vídeo 1. Vídeo 2.

Web del grupo

Hello, Hallowen

by Jaime Martín | 13:47 in | comentarios (0)



Se aproxima una noche en la que casi todo vale. Cada 31 de octubre se ha convertido en habitual compartir la calle con espíritus, fantasmas y brujas, a los que les interesa más acudir a una buena fiesta, que mendigar por las casas en busca de caramelos.

Ya nadie se sorprende si Freddy Krueger, o cualquier otro malvado de pesadilla alterna junto a un vampiro y el hombre lobo en el bar de la esquina. Es Halloween y cada año más jóvenes granadinos se apuntan a la fiesta de moda. No hay mejor excusa para ponerse el disfraz más ridículo –o cómico- y asaltar los pubs y discotecas a la caza de una noche‘terrorífica’.
Aunque la popular noche de brujas es una fiesta originaria de los pueblos celtas, que ya organizaban sus particulares rituales hace más de 2.000 años, ha sido Estados Unidos el verdadero culpable de que esta celebración se haya popularizado entre los adolescentes y jóvenes de toda España.

“Es la fiesta de las fiestas”, explica Benjamín Comstock, un joven norteamericano de 23 años que reside en Granada desde hace 8 meses. “Hay una parte para los niños y otra para los alumnos” universitarios, comenta Comstock, que no puede ocultar la sonrisa al recordar más de una anécdota en relación con esta esperada festividad.

Comstock no dudará en asistir a alguna de las numerosas fiestas que los granadinos están ya preparando, muchas de ellas en Internet y tuenti Es como en las películas, asegura el joven, los pequeños corretean de casa en casa sumidos en un alocado cóctel de azúcar, risas y nerviosismo, para ofrecer a los prevenidos adultos la famosa frase: “trick or treat”, o lo que es lo mismo, truco o trato.

“Es importante disfrazarse de algo cómico”, sugiere Comstock, que asistirá a alguna de las numerosas fiestas que los granadinos están ya preparando, muchas de ellas con origen en Internet y en las redes sociales. En este sentido, la popular red Tuenti, cuenta ya con varios eventos que invitan a los usuarios a asistir a celebraciones temáticas en diversos puntos de la ciudad.

Una noche para no dormir


Con su viaje trasatlántico, la festividad ha perdido ese cariz infantil para pasar a ser una referencia en el calendario de los jóvenes –y no tan jóvenes-, que esperan hasta el último segundo para hacerse con un disfraz adecuado para la ocasión, como señala Raquel García, dependienta de la tienda especializada en eventos ‘Cabaret’. “Aunque la campaña de Halloween comienza con semanas de antelación, la gente suele comprar su disfraz los últimos días”.

Y lo cierto es que no sólo se lleva vestirse de fantasma o ‘chupasangre’, los atuendos son cada año más originales, aunque siempre hay clásicos como “el traje de enfermera, que siempre se vende bien, y no sólo entre los jóvenes, aquí viene gente de cualquier edad, desde niños, hasta parejas de 40 y 50 años”, explica Francisca Lucena, de ‘Artículos Juanma’.


Los pubs y discotecas parecen haber tomado buena nota de la moda, ya que cada año son más las fiestas temáticas que proliferan por la ciudad. Un ejemplo está en la discoteca Metro, que para la ansiada noche ha preparado un espectáculo a cargo de un grupo de teatro y danza nacional, así como una serie de pasacalles que amenizarán el centro de Granada durante la noche de Halloween.

De manera paralela a estos eventos, las juergas privadas en la propia residencia adquieren poco a poco una mayor presencia, añade Raquel García, que ha comprobado como las decoraciones a base de telarañas y calabazas van tomando las casas como alternativa.


Queda poco pues, para que cada recoveco de Granada se convierta en posible escondite para fantasmas y demás entes impacientes por asaltar las pistas de baile o las casas ajenas, todo sea por divertirse en una noche espeluznante.

También en: Granada Digital